dijous, 29 d’abril del 2010

No facis del cos, la tomba de la teva ànima

I és que molts cops és difícil ser agraït amb aquells que realment s'ho mereixen. És complicat donar i rebre en la mateixa quantitat a aquelles persones que ho donen tot per tu sense esperar res a canvi. Però són precisament aquestes les que no esperen, ja que ho fan de tot cor i per estima. Hi han moments en les nostres vides que necessitem sentir aquell amor pur i vertader d'una mare al seu fill , aquell vincle que fa que la terra gire al voltant del Sol... O com la pell, que per pròpia naturalesa protegirà el fruit que conté a l'interior.

I em ve a la memòria una dita pitagòrica.. "No facis del cos, la tomba de la teva ànima" per què empresonar-nos de per vida pel sol fet d'haver-nos condemnat a viure en aquesta Terra envoltada d'aigua i d'èssers vius. Per què empresonar éssers que per naturalesa eren lliures i salvatges, dels que ara sols queden unes poques espècies en perill d'extinció.... La materialització d'una ànima molts cops reflexada al mirall del sofriment i oblidada per aquells que han gaudit de millor sort.

I és que no importa on estigues ni quants kilòmetres et separen de distància... Molt més enllà de les poderoses xarxes de comunicació està el cervell humà, l'ànima i l'esperit capaç d'enviar senyals a l'univers 3000 vegades més potents que tota la red mundial. Malgrat això... el tenim guardat amb una capsa de vidre tancada i vam fondre la clau. I és que... als éssers humans ens agrada muntar museus i exposar orgullosos les nostres perinences més valuoses.

dissabte, 24 d’abril del 2010

En posición horizontal se piensa mejor

Después de una semana llena de ir y venir me paro un momento. Me estiro en la cama dejando mis problemas en la mesa del escritorio... Necesito un tiempo para pensar, para escuchar que ronda por mi cabeza que me obstruye la mente y no me deja trabajar... Y es que en posición horizontal se piensa mejor. Igual que miramos al cielo para buscar aquello que se nos ha perdido, como si las letras tendiesen por naturaleza a ir en contra de la gravedad.

Y es que no se cómo decirte que... Hace tiempo que no siento que cuando alguien me mira se me para el tiempo. Hace tiempo que los rallos del sol en mi cara no parecen una caricia suya. Hace tiempo que no me sonrojo cuando pronuncian su nombre.

Un buenos días me alegraba la mañana y hacía que los colores me hablaran dulcemente arrancándome una tonta sonrisa permanente que cambiaba mi cara del gris al rosa primavera. El alma se sumergía en un estado  de adrenalina total y se confrontaban mi cabeza, mi cuerpo y mi corazón. Hace tiempo que deseo que la razón pase a mejor vida abandonando esta prisión que lo encarcela des de hace años...

Hay historias que se asomaron al balcón del alma dejándolo herido de guerra y algunas más que otras escuecen considerablemente. Hay historias que pudieron ser y no son. Hay historias que es mejor encerrarlas en una cajita y tirar la llave al mar.Y cuando las cosas no tienen explicación simplemente es mejor dejarlas pasar, como un río de agua que fluye hacia algún lugar...

dissabte, 3 d’abril del 2010

Déjame que te cuente...

El corazón se acelera de 60 a 100 en pocos segundos. Todos los poros de mi piel desprenden rayos de luz hacia una misma dirección. En mi estomago bailan mariposas de colores y en mi boca desaparece todo liquido existente segundos atrás. Navegando por mi cuerpo sale a través de mis manos, que escondo con disimulo. Mis ojos, con un brillo propio solo de los meses de verano, fijan su atención en ese punto. Mírame. Una sonrisa contagiada inunda mi cara sin evitarlo. Un contacto en la mejilla y padeceré una muerte súbita. No te aproximes... pero acércate con cuidado. Haz que no me has visto. Mis ojos intentan esquivarte. Me buscas con la mirada y nos encontramos. Si hablamos a la vez no nos entendemos. Déjame hablar y escucha. O mejor dime tu.

Dejémonos de palabras. Ahora... solo siente

Amiga del buen tiempo

Y allí esta... esa compañera de viaje más amiga del buen tiempo. Cuando los pájaros nos regalan al oído dulces melodías y el viento mueve el tejido de las ropas al andar. Esa que aparece cuando los rayos del sol hacen mella en su semejante... Esa que nunca te abandona a tu suerte. Solo se esconde a menudo cuando tiene frío o el cielo llora desconsoladamente.

Que haría yo sin ella. A veces tan perfecta que hace daño mirarla. A veces tan difusa que no sé donde encontrarla. Hay algo en ella familiar, que me haría echarla de menos si se fuese... Gris como el asfalto, dobla mi paso al andar y tiene mis fallos y virtudes. No tiene ojos ni cara pero puedo oir su aliento mientras el sol aprieta y mis ojos miran al suelo....